jueves, 17 de mayo de 2012

EUGÈNE DESLAW



EUGÈNE DESLAW

Poco se sabe de la vida de Eugène Deslaw: nacido en Tahantcha (Ukraine), emigró a Checoslovaquia en los años 20’, donde conoció al cineasta Zet Molas y se adhirió al movimiento vanguardista checo. Realizó una obra vanguardista breve y fulgurante en la que se aprecia su tendencia moderna:
  • Poesía del maquinismo (La marche des machines, 1929, realizada en colaboración con Boris Kaufmann)
  • Fascinación por las ciudades y la vida artificial (Les nuits electriques, 1929)
  • Exploración de las posibilidades plásticas del medio (Negatif, 1930)
Pero su obra es igualmente remarcable por su tendencia mórbida hacia el lado oscuro de la vida moderna, la deformidad y la descomposición (Montparnasse. Poème du caféŽ crème, Vers les robots).
Después de realizar un documental de factura experimental sobre el rodaje de “La fin du monde” de Abel Gance, Eugène Deslaw fue barrido de la historia por la llegada del cine sonoro. Murió en el anonimato, en 1966.
“Miro mis films como films de ensayos. La Marche des Machines no es mas que un medio de “acción directa” óptica, de acción sobre los nervios de los espectadores, sin ninguna especie de lógica literaria En La Marche del machines, no hay ningún comienzo literario, ni de fin, las escenas no duran sino el tiempo preciso para que el espectador las tome como una realidad. El ritmo de las imágenes reduce a la nada su faceta documental “instructiva”. No hay nada que comprender. Solamente existe algo que sentir”.
Así habla de sus obras el cineasta Eugene Deslaw (Ievhen Slavchencko) (Ucrania, 1899 – Niza, 1966), que estudió en París en la década de 1920 y en la Escuela Técnica de Fotografía de Cine en 1927, el mismo año en que trabajó como asistente de Abel Gance en su film “Napoleón”. Entre lo experimental y lo abstracto, Eugene Deslaw colaboró también con Alfred Zinnemann, Luis Buñuel y Marcel Carné. A Eugene Deslaw hay que situarlo dentro de la segunda ola de vanguardia francesa, junto a Fernand Léger, René Claire, Chaumet, Man Ray y Dulak Germain.


Elegí este corto de manera casual, y mas que nada por sorpresa. Me encanta Fischinger y su trabajo sobre sinfonías rítmicas,.Como esas formas y colores viven al pulso del ritmo musical, pero al ver a Deslaw, quede impactado, ya que acá, no había apoyatura en la música y solo con el ritmo de la imagen, además de la luz y sus reflejos; logra que esos  objetos cotidianos, tornen hacia lo abstracto.

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